Días Grises: En altamar

Mi hermano estuvo en altamar como marinero en cubierta de un buque pesquero. Conoció Costa Rica, Panamá, Ecuador, Perú, Chile, Nueva Zelanda, Hawai y cruzó el Canal de Panamá, quién sabe qué otras cosas chéveres y todo en mes y medio. Cuando me iba enterando de toda la travesía me dieron ganas de ir en una de esas aventuras para conocer todos esos lados y más, como en las películas, pescando, tomando fotos, luchando contra tormentas, etc., pero cuando vi las fotos me dije que habría que pensarlo dos veces.

La primera foto es impresionante, entre más grande se vea más temor da. Imagínense uno ahí desprevenido atándose los cordones en la proa y que lleguen unas olas de esas a tambalear el barco, noooooo mijo, mejor me quedo viendo televisión acá en mi habitación. Es que eso de ponerse en la punta del barco y abrir los brazos se hace con confianza en Titanic, pero díganle a Dicaprio que se monte ahí con la vieja esta a ver cómo les va.

La otra foto es la del temible tiburón: El terror de los mares. No creo que tenga que explicar por qué es un motivo para que se le quiten las ganas a alguien de irse a altamar. Nada más imagínense esos dientes afilados como cuchillas clavándoseles en la barriga y rasgándoles la carne. Mi hermano también trajo una quijada de tiburón y eso es lo que más impresiona porque esos malparidos tienen una catajarria (muchos) de dientes muy bien organizados. Que lo diga Beta Chan que le mostré la quijada. Son seis filas de dientes de las que 3 hacen el trabajo y las demás son de repuesto. De esos dientes no se salvaría nadie, con razón le temen tanto; y eso que la quijada es de un tiburón pequeño.

Les voy a subir la foto de la quijada, no se ve bien, pero alcanza a atemorizar.

También hay fotos de atardeceres, eso sí vale la pena verlo en persona. Como sabe todo aquel que toma fotos bonitas, éstas nunca toman la realidad como uno la ve en ese momento. Se imaginar estar allá y ver todo el cielo y agua de esos colores, sin nada más que ver...